Origenes del Horoscopo

Origenes del Horoscopo – ¿De qué signo eres?

Es una pregunta corriente que a menudo surge en la conversación, después de intercambiar cortesías de rigor. Coja cualquier revista de cocina o de moda y seguro que encuentra una página dedicada al horóscopo. Un horóscopo que, para ser digno de ese nombre, suele dar muestras de una increíble caradura.

Hoy en día, todo el mundo conoce su signo zodiacal. Así pues para su propia tranquilidad, si sabe usted algo, aunque sea poco, de astrología, tenga la agudeza de no decirlo, pues de lo contrario le asaltarán con docenas de preguntas extravagantes, a las que ni podrá contestar más que con aproximaciones o insensateces.

Origenes del Horoscopo

Se dice que la antigua ciencia de las estrellas (Horoscopo) nació con los caldeos y los sumerios, fruto de una observación minuciosa y empírica de los fenómenos celestes; tiene pues 4, 5 o 6000 años, y sin embargo todavía se le considera como un niño. Se juega con ella y se bromea al respecto; se habla del tema con aires de “experto” o se la ridiculiza, pero es raro encontrar a alguien que realmente la domine.

En todas las grandes civilizaciones del pasado que reivindican su paternidad, egipcia, india, china e incluso precolombina, la astrología formaba parte de lo cotidiano y marcaba junto con el sol y las estaciones los ritmos del tiempo. Los movimientos de los astros, su color y sus “extrañezas” establecían un tiempo para un rito, el amor o la guerra. El recién nacido recibía, en lugar de agua bendita, su carta astral y no se decidía o empezaba nada sin el beneplácito astrológico.

En el mismo seno del horóscopo coexisten el aspecto estático (yin) y el aspecto dinámico (yang). El nuevo ser, al llegar al mundo, en virtud de la ley universal “arriba como abajo”, recibe las energías cósmicas, una huella de las estrellas que determinará los grandes rasgos de carácter y de su destino.

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